Remedios para la claudicación intermitente

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La claudicación intermitente se presenta mediante un dolor al caminar o hacer un esfuerzo físico.

Este dolor es causado por una obstrucción de las arterias, que conlleva una reducción del aporte de oxígeno a los músculos. Por ello, es necesario detener la marcha o el ejercicio para aliviarlo.

Apartir de los 60 años, entre el tres y el seis por ciento de la población sufre de esta dolencia.

Conforme la enfermedad avanza, la persona puede andar menos metros sin dolor, calambres o sensación de hormigueo. Si las molestias se manifiesten incluso en reposo, la obstrucción será aún más severa.

Además del dolor al caminar, la claudicación intermitente tiene otros síntomas como:

• Tener la piel fría y pálida.
• Engrosamiento de las uñas de los pies.
• Parestesias u hormigueos en las áreas afectadas.
• Mayor dificultad para la cicatrización de las heridas.
• Mayor frecuencia de infección.
• Si las arterias están muy afectadas, el individuo puede tener ulceras e incluso gangrena en la extremidad afectada.

Es importante observar que, en algunas personas, el dolor aumenta en posición acostada, mientras que mejora con la posición de pie por efecto de la gravedad.

La arteriosclerosis es la principal causa de la claudicación intermitente, ya que ocasiona una obstrucción arterial donde las paredes de dichos vasos (las arterias) se van acumulando de las llamadas placas de aterornas lo que hace que éstas disminuyan su diámetro. El tabaquismo es también otra causa de esta dolencia.

Otros factores que pueden contribuir con su aparición son:

• La diabetes: si hacemos dieta y ejercicio, se pueden controlar mucho mejor los niveles de azúcar en nuestra sangre y la medicación será más efectiva.

• El colesterol total: niveles por encima de 200 mg/dl identifican a las personas con riesgo potencial, por encima de 240 mg/dl, el riesgo es muy alto.

• La hipertensión arterial: a pesar de que existen personas con una predisposición genética, si se consigue estar en un peso ideal y llevar una dieta pobre en sal, las probabilidades de tener una tensión arterial alta son menores.

• El sedentarismo.

Remedios populares

Remedio para la claudicación intermitente #1: Verter 1 cucharada de hojas de ginkgo biloba en una taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar. Colar y tomar 2 tazas al día.

Remedio para la claudicación intermitente #2: Consumir varios dients de ajos crudos en las ensaladas.

Remedio para la claudicación intermitente #3: Verter 2 cucharaditas de bayas de espino a una taza de agua que esté hirviendo y dejar en infusión por 20 minutos. Para obtener los mejores resultados, beber la infusión tres veces al día.

Remedio para la claudicación intermitente #4: Consumir 1 cucharada de aceite de hígado de bacalao rico en omega 3.

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Remedio para la claudicación intermitente #5: Tomar remedios homeopáticos como:

Baryta muriatica tres veces al día durante tres semanas consecutivas.
Proteus 30c durante los ataques severos de claudicación.

Recomendaciones

Si padeces este síndrome hay una serie de cuidados que debes considerar:

Cuidarse bien los pies, para no sufrir traumatismos e infecciones que puedan agravar la evolución de la enfermedad.

Cortarse las uñas de forma recta, evitando esquinas que pueden provocar heridas en los dedos.

Utilizar calzado adecuado. Evita los zapatos apretados o descubiertos. Úsalos flexibles y de piel, pues las transpiración será mejor y se evitará infecciones por hongos.

Elevar la cabecera de la cama, ya que estimula el retorno de la sangre y ayuda a la circulación de la misma para pasar a través de la obstrucción por efecto de la gravedad.

Realizar ejercicios físicos progresivos, como pasear y montar en bicicleta. Es esencial hacer ejercicio físico, al menos, tres veces por semana, con paseos en llano. Cuando comience el dolor, se debe de descansar de tres a cinco minutos para volver a reanudar la marcha.