Remedios para el síndrome postvacacional

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Muchas personas cuando regresan de vacaciones sienten debilidad generalizada, fatiga, falta de concentración, tristeza, desmotivación, pérdida del apetito, angustia, irritabilidad, insomnio, entre otros síntomas los cuales unidos reciben el nombre de síndrome postvacacional.

Existen diferentes factores que pueden dar origen a estos síntomas, pero el que más destaca es el carácter del individuo, ya que afecta más a las personas sensibles, perfeccionistas, idealistas u obsesivas-compulsivas.

Los psicólogos apuntan que el perfil de la persona que suele padecer este trastorno es: varón, de 25 a 40 años, con un trabajo que implica contacto directo con el público, siendo los colectivos más afectados el de los médicos, los funcionarios y los periodistas.

Otro factor que influye en su aparición es la situación que se vive en el trabajo, porque si la relación con los jefes y compañeros no es buena, si conlleva un alto nivel de estrés o no se está implicado con la empresa, la vuelta al trabajo será aún más traumática.

Remedios populares

Remedio para el síndrome postvacacional #1: Colocar en 1 taza 2 cucharaditas al ras de semillas de guaraná y agregar agua caliente. Dejar reposar unos 5 minutos, colar y beber a razón de 2 a 3 tazas al día.

Remedio para el síndrome postvacacional #2: Verter 1 cucharada de raíz de ginseng, previamente lavada y picada, en una taza de agua y hervir por 5 minutos. Cubrir y dejar refrescar. Colar y tomar esta decocción 1 vez al día.

Remedio para el síndrome postvacacional #3: Hervir, durante 5 minutos, 1 cucharada de raíz lavada y picada de astrágalo en una taza de agua. Dejar reposar y colar. Tomar 1 decocción diaria.

Remedio para el síndrome postvacacional #4: Preparar una decocción de la corteza trozada del lapacho, colocando 1 cucharada de corteza en 2 tazas de agua fría y dejando hervir de 5 a 15 minutos. Se cuela y se bebe a lo largo del día.

Remedio para el síndrome postvacacional #5: Macerar 2 cucharadas de nuez de kola en polvo grueso en 1 taza de alcohol de uso interno (en general, alcohol de 30 grados). Después de la maceración se añaden 3 tazas de vino espirituoso y se deja macerar todo durante 3 días. Se filtra y se beben tres copitas al día como tónico revitalizante.

Remedio para el síndrome postvacacional #6: Beber 1 cucharadita de tintura de romero (se puede conseguir en las farmacias botánicas) diluida en agua, 2 veces por día. Es un excelente tónico para el organismo.

Remedio para el síndrome postvacacional #7: Elaborar una infusión colocando en 1 taza 1 cucharada de flores y hojas de salvia, se añade agua caliente y se deja reposar durante 5 minutos. Se beben 3 tazas por día.

Remedio para el síndrome postvacacional #8: Verter agua caliente sobre 2 cucharaditas de yerba mate (por taza) y colar antes de beber

Remedio para el síndrome postvacacional #9: Colocar en una licuadora 1 vaso de leche de almendras, 1 manzana picada y 1 cucharada de jalea real. Licuar por unos instantes y tomar 1 vez al día, preferiblemente por la mañana por una semana.

Remedio para el síndrome postvacacional #10: Verter 1 chorrito de agua de rosas en una tina de agua y pemanecer en él por unos minutos.

Remedio para el síndrome postvacacional #11: Hervir 100 g de cebada de grano en un litro de agua durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, colar y luego añadir 5 cucharaditas de miel. Tomar a lo largo del día.

Recomendaciones

La incorporación al trabajo debe realizarse gradualmente. Se recomienda no volver de vacaciones el día anterior de empezar el trabajo, sino un par de días antes, así da tiempo a ponerse al día, adaptarse a los ritmos de sueño y comida para ir, poco a poco, recobrando la actividad rutinaria.

Se aconseja que los últimos días de tus vacaciones “no fuerces mucho la máquina”, es mejor hacer actividades relajantes para llegar descansado a casa y afrontar con más ganas el retorno a la oficina.

No te agobies pensando en todo lo que te espera y te queda por hacer, tómate la vuelta con tranquilidad, además, todos (incluso tus jefes y superiores) están de vuelta de las vacaciones y tienen tu misma sensación. Por lo que, seguramente, el ritmo de los primeros días será más relajado y con un poco de organización tendrás tiempo para volverte a familiarizar con el ritmo laboral.

Para que no todo sea trabajo, trabajo y más trabajo, proponte nuevos retos y metas para la vuelta. Apúntate a un deporte, un idioma o un curso que te apetezca hacer desde hace tiempo.

Cambia de actitud. Plantéate las cosas de otra manera, no dejes que el estrés y la ansiedad te dominen y dedícate más tiempo a ti y a estar con los demás.

Prepara una escapada para un fin de semana de octubre o noviembre a más tardar. Saber que tienes unos días de descanso extra en perspectiva te hará la vuelta mas fácil y mantendrá tu ilusión.

Recupera tus horarios y hábitos cotidianos. Es positivo regular tus horarios de comidas y cenas, así como, fijar una hora para irse a dormir para que el organismo se vaya adaptando a la nueva rutina.

Cuida tu alimentación y tus horas de descanso. Comer bien es una importante base para nuestro humor y buen estado físico y mental.