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Remedios caseros para no tartamudear (disfemia o tartamudez)

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Remedios caseros para no tartamudear

Remedios caseros para no tartamudear La tartamudez es un trastorno del habla que se manifiesta por interrupciones del ritmo normal al emitir vocablos. Se caracteriza por la repetición involuntaria de las letras y sílabas pronunciadas, así como por su prolongación en el habla, y puede ir acompañada de miedo o signos de tensión en la cara.

Podría considerarse a la tartamudez como el resultado final de la conexión entre varios factores entre los que se encuentra los orgánicos y los psicológicos.

Sin embargo, las teorías sobre la causa de esta afectación son incontables y ninguna ha logrado tener la evidencia científica suficiente. Entre ellas tenemos:
• Lentitud neurológica durante el desarrollo para utilizar una u otra mano.
• Deficiencia del hemisferio izquierdo cerebral.
•Activación prematura de la corteza motora cerebral cuando se lee en voz alta.

La tartamudez en la niñez  Cuando un niño empieza a hablar, es del todo normal que de vez en cuando «se tropiece»: es posible que su mente vaya más rápida que su capacidad de decir frases completas.

En los niños se trata de una fase intermedia normal en la evolución del lenguaje infantil, que suele aparecer durante el tercer año de edad y se prolonga durante unos seis meses.

Los padres no deberían conceder la menor importancia a estos «tropiezos»; las constantes advertencias para que «hable correctamente» pueden conducir a que el niño desarrolle un temor psíquico al hablar y entonces tartamudee más.

Cuando un niño ha cumplido los cuatro años de edad y realmente tartamudea, repitiendo espasmódicamente la misma letra o la misma palabra, entonces existe un trastorno funcional de los impulsos en el cerebro. Este trastorno puede ser heredado o puede surgir como consecuencia de situaciones psíquicas conflictivas.

Si al niño le llaman constantemente la atención sobre esta anomalía, su tartamudez irá en aumento.

Es recomendable llevar el niño al médico para que éste analice las causas de estos trastornos, que tanto pueden ser físicas como psíquicas. Antes de iniciar una terapia logopédica es conveniente efectuar una prueba auditiva para comprobar la capacidad auditiva del niño. Una audición imperfecta puede frenar el desarrollo del lenguaje.

Podrán prescribirse asimismo un entrenamiento etológico (estudio de los patrones innatos del comportamiento, muy utilizado en psicología) y psicoterapéutico, a efectos de eliminar la denominada «angustia de hablar». De todos modos, curar la tartamudez real es un proceso que requiere mucha paciencia y mucho tiempo. 

La tartamudez en la edad adulta En la edad adulta sólo uno de cada 300 individuos sufre tartamudeo o balbuceo persistente, afectando a los hombres cuatro veces más que a las mujeres.

A continuación, se presentan varios remedios para la tartamudez que pueden ser empleados en conjunto con el tratamiento que el médico ordene.

 

Remedios caseros para no tartamudear

Remedios caseros para no tartamudear #1: Pronunciar alto y claro las vocales A, E, I, O y U.  Es necesario incluso abrir la boca lo más amplia posible para lograr un mejor pronunciamiento.

Remedios caseros para no tartamudear #2: Abrir las mandíbulas de forma amplia y levantar la lengua hacia arriba hasta tocar el cielo de la boca con la punta. Aun en contacto con el cielo de la boca, llevar la punta de la lengua hacia la parte posterior de la boca. Cuando la lengua se estire al máximo (sin dolor), dejar así unos minutos. A continuación sacar la lengua fuera de la boca y extender hacia abajo. Mantener la posición durante unos segundos. Repetir 4-5 veces.

Remedios caseros para no tartamudear #3 Leer un texto rápidamente sin poner énfasis en la calidad de la voz. Esta lectura rápida ayudará a la identificación subconsciente de cada palabra.  No se debe detener en una palabra o sílaba particular. Este remedio, si se sigue,  durante 2-3 meses es muy eficaz en la relajación de la tensión muscular y la corrección de todas las obstrucciones del discurso combatiendo así la tartamudez.

Remedios caseros para no tartamudear #4  Tener cuidado con la respiración. Es necesario respirar desde el vientre y no desde el pecho. Respirar desde el vientre de forma natural, relaja y calma la tensión nerviosa y muscular y es un hábito útil para curar la tartamudez y trastornos relacionados.

Remedios para la tartamudez #5 (homeopático)  El Lycopodium es uno de los remedios homeopáticos para la tartamudez más efectivos y muestra resultados notables cuando una persona tartamudea mientras pronuncia las últimas palabras de una oración. Además de tartamudear, Lycopodium también es de gran ayuda para personas con memoria débil, sueño indistinto, falta de confianza en sí mismos y baja autoestima. El miedo a hablar en público también puede prevalecer entre las personas que necesitan Lycopodium.

Remedios para la tartamudez #6 (homeopático) El Spigelia es otro remedio confiable entre los homeopáticos para la tartamudez. La indicación característica para el uso de Spigelia es tartamudear en las primeras palabras de una oración seguidas de un habla normal, clara e ininterrumpida.

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Recomendaciones

Recomendaciones en el caso de los niños

Los padres pueden tener un enorme efecto en cómo el niño tartamudo ve su desorden y lo cómodo que se siente en su capacidad para  expresarse y ser escuchado por aquellos a su alrededor. Éstos son algunos medidas puede tomar para ayudar a su tartamudeo infantil:

Prestar atención a lo que su hijo está diciendo, no a la manera que lo está diciendo. Para ello, no mostrar impaciencia o irritación cuando su niño está hablando con usted

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Dejar que el niño tartamudo termine sus pensamientos sin interrumpirlo.

Minimizar  preguntas e interrupciones

Tratar de  mantener un ambiente cálido y tranquilo en casa

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Recomendaciones en el caso de los adultos

Si eres adulto y  tartamudo, hay algunas actuaciones que te ayudarán a mejorar tu problema:

No esconder tu tartamudez. Cuando converses con otras personas, adviérteles del problema y tómate todo el tiempo necesario para hablar.

Mantener el contacto visual con los interlocutores de forma natural te ayudará a conversar. Gesticula con las manos, utiliza sonrisas…

Hablar de forma relajada. No temas a los fallos ni a los “atascos” que puedan aparecer.

Evitar las situaciones de ansiedad en el entorno. No te autocensures.

Pensar que la recuperación será un proceso largo y gradual. No te desesperes y ten paciencia.

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