Vitaminas y minerales para las ulceras

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El dolor intenso y el agudo ardor de una úlcera péptica emanan de heridas en forma de cráter en el revestimiento interno del conducto digestivo.

Las úlceras duodenales en la parte superior del intestino delgado son las más comunes, y afectan a uno de cada ocho estadounidenses.

Las úlceras gástricas corroen los revestimientos del estómago en una persona de cada treinta; las úlceras del esófago (debidas al reflujo de los ácidos estomacales) son extremadamente raras.

Las úlceras pépticas, que sólo atacaban a los hombres de edad mediana, están aumentando en medio millón de casos por año, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, y actualmente afectan a más mujeres que hombres.

La herencia genética aumenta el riesgo de úlceras pépticas causadas por una excesiva secreción de jugos digestivos, revestimientos débiles del conducto digestivo o una insuficiente secreción de la mucosidad que provee la cubierta protectora, o por las bacterias Canvpylobacter o Helicobacter pylori, que según un informe en el número de diciembre de 1990 de Health After 50, podría ser una infección transmitida por contacto personal.

Los factores que elevan el riesgo de que se desarrolle una úlcera y que afectan adversamente el tratamiento incluyen el uso continuo de aspirina y de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, la terapia de cortisona, la tensión emocional o estrés, las deficiencias en la dieta o el exceso de consumo de alcohol, café o tabaco; fumar inhibe al páncreas de producir antiácidos naturales.

La nutrición es un factor clave a la hora de prevenir, aliviar y curar las úlceras. A continuación, vitaminas y minerales que son beneficiosos:

Vitaminas para las úlceras

Vitamina A En forma de beta-caroteno, de 25.000 a 50.000 unidades internacionales IU diarias durante un mes para acelerar la curación, luego de 10.000 a 25.000 IU al día para proteger las membranas mucosas del tracto gastrointestinal.

Complejo B Una tableta diaria además de una adición de las vitaminas B-2 y B-6 y de 50 a 100 miligramos de ácido pantoténico tres veces al día para acelerar la curación.

Vitamina C con bioflavonoides De 100 a 2.000 miligramos de esta combinación en dosis diarias divididas. La vitamina C ayuda a la recuperación y los bioflavonoides refuerzan los nuevos tejidos que cubren las úlceras. Si no se toma con las comidas, 1/8 de cucharadita de bicarbonato de soda podría ser mezclada con agua para neutralizar la acidez de la vitamina C.

Vitamina E De 400 a 800 unidades internacionales IU diarias para reducir la acidez y el dolor, acelerar la curación e impedir que se forme un tejido de cicatriz.

Minerales y otros suplementos para las úlceras

Zinc 50 miligramos diarios, con alimentos. Existen estudios controlados que demuestran que el zinc triplica la velocidad de curación de las úlceras sin crear efectos secundarios, y en muchos casos, la curación es completa.

L-glutamina 500 miligramos una vez al día con el estómago vacío. Los médicos naturópatas consideran importante este aminoácido para la curación de úlceras pépticas.

Sales de Schüssler Al inicio de un ataque de úlceras, tome una de cada una, Kali. Phos. y Nat. Phos. en las potencias de 3X ó 6X; repita cada 30 minutos durante varias horas hasta sentir alivio.

Recomendaciones

Practicar técnicas de control del estrés e imágenes mentales Variando según la reacción individual a una situación, la tensión emocional puede dañar las defensas naturales del revestimiento del estómago, aumentar la producción de jugos gástricos y causar o agravar una úlcera péptica.

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Practicar las técnicas de relajamiento podría prevenir o aliviar la tensión que causa revolturas del estómago.

Resultados excelentes han sido reportados de esta serie de sesiones de tres minutos, durante tres semanas, tres veces al día, de imaginación guiada: después de respirar profundamente con los ojos cerrados, visualice un tejido sano creciendo sobre la herida abierta, o imagine un hada minúscula curando la herida con su varita mágica. Si es necesario, repita la serie después de un descanso de una semana.