Remedios para la amnesia

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La amnesia es la pérdida total o parcial de la memoria.

La amnesia se clasifica en amnesia de fijación y amnesia de conservación. La primera consiste en la imposibilidad de retener en la memoria las experiencias vividas, mientras que la segunda se caracteriza por la incapacidad de evocar recuerdos del pasado.

En algunos casos de amnesia de conservación se llega a olvidar la propia identidad y el pasado personal, pero se conserva el habla, el reconocimiento de los objetos y los hábitos, lo que demuestra que la facultad de recordar no ha desaparecido totalmente.

La amnesia de conservación se divide, a su vez, en amnesia generalizada, que afecta a un amplio caudal de recuerdos, y amnesia localizada, que incide sobre grupos de recuerdos asociados entre sí. En este último caso, el hueco dejado en la memoria tiende a ser llenado, inconscientemente, con falsos recuerdos producto de la imaginación.

La amnesia puede tener origen orgánico o psíquico. Un ejemplo de amnesia orgánica es la que se presenta después de traumatismos craneales, generalmente limitada a los acontecimientos próximos al traumatismo.

Es característico de este tipo de amnesia que, junto a la incapacidad de recordar hechos recientes, se conserven recuerdos muy antiguos con paradójica brillantez. En cuanto a la amnesia psíquica, un caso frecuente es la amnesia histérica, que tiende a anular el recuerdo de experiencias emocionalmente significativas.

A continuación, algunos remedios caseros y naturales que ayudan a aliviar esta condición:

Remedios populares

Remedio para la amnesia #1: Remojar 1 cucharada de hojas de espino albar en una taza de agua. Hervir por 5 minutos, dejar en reposo y colar. Tomar 2 tazas de esta infusión al día.

Remedio para la amnesia #2: Llenar una botella de vidrio hasta la mitad con flores de espino albar y luego cubrir éstas con aguardiente de trigo de 38 a 40 grados. Dejar la botella en un lugar cálido por dos semanas. Pasado ese tiempo, ya que puede tomar a diario vertiendo 8 gotas en un vaso de agua.

Remedio para la amnesia #3: Verter 1 cucharada de hojas de verónica en una taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar. Tomar 1 taza antes de ir a dormir.

Remedio para la amnesia #4: Mezclar, a partes iguales, hojas de verónica y equiseto menor. Extraer 1 cucharada de esta mezcla y verter en una taza de agua que esté hirviendo. Cubrir y dejar refrescar. Filtrar y tomar 2 veces al día.

Preguntas y respuestas

Las personas que han sufrido una gran pérdida, parecen haberla olvidado al cabo de poco tiempo. ¿Cómo puede pasar algo así?
En sus primeros trabajos sobre la histeria, Freud demostró que las situaciones emocionales penosas para un individuo pueden ser aparentemente reprimidas y olvidadas, aunque retenidas en el subconsciente. Este olvido constituye un mecanismo de defensa que el ser humano pone en marcha para su supervivencia emocional.

En alguna ocasión nos vienen a la memoria cosas que creíamos tener totalmente olvidadas. ¿Es esto normal?
Algunas veces, y de forma espontánea, vuelven a nuestro consciente hechos del pasado. Las situaciones emocionales intensas ayudan considerablemente a rememorar hechos ya olvidados. De una forma dirigida -a través de la hipnosis, por ejemplo- puede también inducirse a un sujeto a revivir experiencias ancladas en el pasado.

¿Existe algún medicamento que fortalezca la memoria?
En la actualidad se están desarrollando diferentes fármacos en la lucha de enfermedades degenerativas que cursan con pérdida de memoria. Lo más conveniente es consultar con el especialista correspondiente. Se han administrado con tal intención diversos preparados a base de vitamina B6, fósforo y otros activadores del sistema nervioso, pero su acción real es dudosa.

Últimamente se está investigando la incidencia que tienen en la memoria…
determinadas sustancias localizadas en el cerebro, pero aún no se puede hablar de resultados. Un caso aparte es el de las amnesias causadas por determinadas emociones, como la angustia o la depresión, en las que, al resolver el problema base, puede mejorar el trastorno.

A pesar de que las personas mayores tienen menos memoria que las jóvenes, está muy extendida la idea de que un individuo es más eficaz y trabaja con mayor rendimiento cuando está en edad madura…
La eficacia no es únicamente producto de la memoria; en el rendimiento intervienen, además de este factor, la experiencia, la capacidad de organización del trabajo o la selección de la información, aspectos que, al revés de lo que ocurre con la memoria, tienden a mejorar y perfeccionarse con la edad.

Las personas que tras sufrir un accidente han estado en estado semicomatoso, ¿recordarán algún día ese espacio de tiempo?
Es probable que no. Para recordar es preciso que el nivel de atención y alerta sobre el exterior sea el adecuado. Cualquier circunstancia que afecte al nivel de vigilancia -sea fiebre, estupor o somnolencia– incide sobre la memoria y, si la afectación es grave (accidente, intoxicación, etc.), puede producirse una laguna que se extenderá a lo largo de todo el tiempo que dure tal situación.

Algunos ancianos no recuerdan cosas que han sucedido muy recientemente y, en cambio, refieren con todo detalle hechos de su adolescencia. ¿Cómo es posible?
Este fenómeno es normal en personas de edad avanzada. Cumpliendo una vieja ley de la psicología, los últimos acontecimientos son los primeros que se olvidan, de tal manera que se recuerdan con mucha mayor exactitud las experiencias más tempranas de la vida que las últimas.

En casos de enfermedad -las llamadas demencias seniles, por ejemplo-, el paciente puede recordar perfectamente la calle donde vivió en su infancia y los compañeros de clase y, asombrosamente, olvidar su dirección actual o el nombre de personas que le han sido presentadas el mismo día. Posiblemente, las primeras experiencias quedan más fijadas en la memoria porque están ligadas a situaciones emocionales intensas que ayudan a perpetuar el recuerdo.