Beneficios de la leche de camello

Los camellos son famosos por su capacidad para viajar largas distancias en el desierto sin sentir el calor. Contrariamente a la creencia popular, los camellos no almacenan agua en sus jorobas distintivas, en realidad consisten en depósitos de grasa que les permiten mantenerse nutridos incluso en los climas más cálidos.

Son características como estas que han hecho de los camellos un medio de transporte en Oriente Medio durante siglos. Menos conocido, quizás, es el hecho de que la leche de camello es una rica fuente de nutrientes con algunos beneficios para la salud bastante sorprendentes.

La bebida ha sido un alimento básico en la dieta de las tribus beduinas durante generaciones. Para empezar, es mucho más rico que la leche de vaca o de cabra como fuente de proteínas y otros nutrientes. De hecho, contiene compuestos que pueden ayudar a controlar la diabetes, estimular el sistema inmunológico, mejorar la circulación y promover la salud del corazón. Incluso ha demostrado alguna promesa como un posible tratamiento para el autismo.

Aquí hay 11 razones por las que debería considerar tomar leche de camello.

1. La leche de camello es una fuente natural de una proteína similar a la insulina, lo que significa que beberla puede ayudar a regular los niveles de glucosa. Por ejemplo, un estudio de 2005 del Centro de Investigación de Diabetes de Bikaner indicó que beber leche de camella podría ayudar a las personas a controlar mejor su diabetes. Hay indicios de que también puede ayudar a prevenir la afección.

2. Es la segunda mejor opción para la leche materna. Ninguna otra fuente de leche animal se acerca a proporcionar la combinación de nutrientes ideal que nuestra especie necesita. De hecho, en muchas culturas nómadas, la leche de camello se ha usado como un medicamento para tratar niños desnutridos.

3. La leche de camello es mejor para el medio ambiente. Un gran número de ganado en pastoreo produce toneladas de gas metano, que es un factor importante que alimenta el calentamiento global. Por el contrario, los camellos tienen una huella de carbono mucho menor que las vacas o las cabras productoras de leche.

4. La leche de camello viene cargada de proteínas antimicrobianas, que pueden ayudar a mantener nuestro sistema inmunológico funcionando al máximo. Específicamente, la leche de camello es rica en inmunoglobulina de tamaño micro, que puede ayudar a identificar y neutralizar antígenos extraños. El pequeño tamaño de los agentes antimicrobianos es clave, porque estas proteínas son tan pequeñas que pueden atravesar la barrera hematoencefálica y aportar nutrientes y toxinas a las células que normalmente son difíciles de alcanzar.

Además, las investigaciones preliminares sugieren que la leche de camello puede ayudar a las personas con enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple y la enfermedad de Crohn.

5. La leche de camello contiene diez veces más cantidad de hierro que la leche de vaca. Y como todos sabemos, el hierro es esencial para oxigenar la sangre. Por lo tanto, la bebida puede ayudar a prevenir la anemia y mejorar la circulación.

6. La leche de camello no es alergénica y ayuda a reducir la sensibilidad alérgica. Las personas con intolerancia a la lactosa no tienen problemas para consumir leche de camello. Además, los compuestos en la leche de camello parecen mitigar la sensibilidad alérgica en las personas que lo beben. En otras palabras, quienes lo consumen con regularidad parecen ser menos susceptibles a las reacciones alérgicas.

7. La leche de camello está cargada de ácidos grasos complejos, que pueden aumentar los niveles de colesterol HDL (“bueno”) y reducir los niveles de colesterol LDL (“malo”). Como resultado, la leche de camello parece contrarrestar la arteriosclerosis al tiempo que reduce el riesgo de accidente cerebrovascular, hipertensión y enfermedad cardíaca.

8. Es una excelente fuente de probióticos, que promueven el crecimiento de bacterias saludables en el sistema digestivo.

9. Existe evidencia anecdótica que sugiere que la leche de camello puede beneficiar a los niños con autismo. Hasta la fecha, faltan ensayos clínicos extensos. Sin embargo, un estudio encontró que el consumo de leche de camello aliviaba los síntomas autistas en un pequeño número de pacientes.

Los resultados despiertan un mayor interés. Muchos especialistas en autismo creen que la leche de vaca contiene un tipo de proteína, llamada caseína, que puede ser perjudicial para los pacientes con autismo. La leche de camello, por otro lado, contiene proteínas diferentes, así como anticuerpos que parecen beneficiar a los niños autistas.

Hay muchos más científicos que necesitan aprender sobre estos beneficios, pero algunos padres que han agregado leche de camello a la dieta de sus hijos autistas informan que sus hijos tienen mejores patrones de sueño, menos problemas digestivos y mejores habilidades sociales.

10. La leche de camello contiene una gran cantidad de proteínas, incluidos tipos que no se encuentran en la leche de vaca o de cabra. En consecuencia, es muy bueno para promover la salud de los músculos, los huesos y los órganos del cuerpo.

11. ¡Tiene un excelente sabor! Puede sorprender a la mayoría de las personas, pero la leche de camello en realidad se parece mucho a la leche de vaca, pero con un sabor ligeramente salado. Es más costoso, ya que la mayoría de las granjas de camellos en los Estados Unidos son pequeñas operaciones familiares que producen solo unas pocas docenas de galones por día. Pero para aquellos con diabetes, intolerancia a la lactosa u otros problemas de bienestar en mente, los beneficios para la salud de la leche de camello pueden no tener precio. Vea más beneficios de la leche de camello aquí.

Hasta hace poco, en realidad era ilegal vender leche de camello en los Estados Unidos. Hoy en día, los consumidores pueden comprarlo directamente en las lecherías participantes, aunque ocasionalmente también está disponible en los estantes de las tiendas de comestibles. Sin lugar a dudas, los altos precios y los suministros limitados son dos jorobas que impiden un consumo más generalizado. Sin embargo, la evidencia de sus beneficios para la salud continúa creciendo.