Vitaminas y minerales para la piel seca
Existen cinco tipos de piel fundamentales: normal, graso, seco, sensible y mixto. Reconocer qué clase de piel tenemos nos ayudará a determinar el tipo de cuidado que debemos darle para proporcionarle a nuestra piel el mayor bienestar posible y para que tenga muy buen aspecto.
¿Cómo saber si tienes la piel seca? Este tipo de piel tiene tendencia a mostrar partes con escamas y se agrieta con facilidad. Es de textura fina con poros pequeños y suele tirar en el momento de la limpieza.
Tiene mayor tendencia a envejecer prematuramente y a tener líneas de expresión y arrugas pronto. No suele tener granos pero puede picar e irritarse con facilidad.
La alimentación puede ayudar a hidratar la piel seca de forma tal que mantenga su humedad evitando la irritación y que se escame con facilidad.
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Vitaminas para la piel seca
Vitamina B5 Estimula la liberación de energía de los alimentos y contribuye a cicatrizar las heridas, regenerar los epitelios y prevenir la fatiga. Cumple una función hidratante, no solo de la dermis, sino también del cuero cabelludo. Ayuda a reparar los cabellos maltratados, les da fuerza y volumen y mejora la debilidad capilar. También se la conoce como la vitamina antiestrés. En los raros casos en que se manifiesta una deficiencia de esta vitamina (se la encuentra en muchos alimentos naturales, siempre y cuando no hayan sido procesados en exceso y/o congelados), se experimentan trastornos en la piel y la sangre.
Sus fuentes son, entre otras, levadura de cerveza, hígado, cacahuate, semillas de girasol, nuez, huevos, cereales y panes integrales, patatas, tomates, coles, guisantes.
Vitamina C Vital para la formación y el mantenimiento del colágeno, sustancia que ayuda a mantener la piel joven y flexible. De poderosa acción antioxidante y antiinflamatoria, puede combatir o mejorar ciertas afecciones de la piel, como los daños producidos por los rayos ultravioletas, los tratamientos con láser y algunos tipos de exfoliación.
También resulta benéfica para la cicatrización de las heridas. Es una de las vitaminas que más influye en el sistema inmunológico, por lo que resulta vital para la integridad de las células y necesaria para todos los tej idos del organismo.
El cuerpo humano no produce vitamina C, de modo que hay que ingerirla; no obstante, como suele asimilarse con alguna dificultad, en general se la absorbe mejor si va acompañada por algunos minerales. Las principales fuentes de vitamina C son: cítricos (naranjas, mandarinas), brócoli, pimientos rojos, repollitos o coles de Bruselas, tomates, guayabas, grosellas, rosa mosqueta, kiwi.
Vitamina E Es un antioxidante que ayuda al cuerpo a combatir la acción de los radicales libres; por lo tanto, resulta de utilidad para protegerlo de los peligros del medio ambiente, como la contaminación y los rayos ultravioletas.
Como también ayuda a rehidratar la piel, en los tratamientos estéticos se la utiliza después de realizar exfoliaciones profundas para estimular la regeneración de los tejidos. En cremas cosméticas aumenta la microcirculación de la piel, asegurando una mejor alimentación de los tejidos, mejorando la elasticidad y reduciendo las arrugas.
Es particularmente útil en los casos de acné. Se la encuentra en aceites vegetales sin calentar, frutas secas, aguacate, germen de trigo.
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Minerales para la piel seca
Selenio Es un importante antioxidante, muy necesario para mantener la salud de la piel, las uñas, el pelo y los ojos. Previene el envejecimiento precoz y desempeña un papel decisivo en el funcionamiento del sistema inmunológico.
Las fuentes de selenio son, entre otras, melaza de caña, germen de trigo, cebada, avena, camarones, almejas, hígado.
Silicio Resulta fundamental en la biosíntesis del colágeno, de modo que su carencia puede producir estrías, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel. El silicio es importante para la función de los vasos capilares y para la salud del pelo y las uñas. Se lo encuentra en granos enteros, algas, avena, mijo.
Hierro Elemento imprescindible para el organismo humano, para la formación de la hemoglobina y la llegada del oxígeno a los tejidos. Resulta también esencial para el correcto desempeño del sistema inmunológico y la respiración.
El hierro cumple una importante función antioxidante y sirve para activar las vitaminas del grupo B, vinculadas, entre otras cosas, a la regulación del funcionamiento de la piel.
La deficiencia de este mineral se manifiesta sobre todo mediante la anemia -con síntomas como fatiga, palidez de rostro y mucosas, boqueras, piel seca y cabellos quebradizos-, así como en algunas malformaciones de las uñas. Las mejores fuentes de hierro son: ostras, hígado, carne roja, atún, salmón, cereales fortificados, frijoles, granos enteros, yema de huevo, lentejas, avena, arroz moreno, brócoli, amaranto, espinaca, almendras.
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Recomendaciones
Escoger un producto sin jabón para la limpieza del cutis si notamos la piel tirante después de lavarla con jabón.
Usar una buena crema hidratante en caso de piel muy seca y otra más densa por la noche.
En caso de desear un tónico después de la limpieza del cutis, no hay que utilizar astringentes con alcohol que resecan.
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Ponerse crema o loción alrededor de los ojos desde temprana edad.
Utilizar siempre una crema de protección solar de factor alto para estar al aire libre.
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