Albahaca para acné, estrés, diabetes, cáncer, corazón y más

La albahaca es uno de los condimentos más reconocidos y versátiles. Comenzó a estar presente en las cocinas estadounidenses a partir de la década de los setenta, cuando los restaurantes italianos adquirieron una gran popularidad y se descubrió que la salsa que acompaña a la pasta no tiene que ser roja necesariamente. Hoy en día la salsa de pesto, elaborada con albahaca dulce (la más utilizada en Estados Unidos), aceite de oliva, piñones y ajo es tan común como la marinara.

Esta especia crece abundantemente en los países mediterráneos y, aunque suele creerse que es de origen italiano por asociarse al tomate, lo cierto es que es nativa de la India, el sudeste de Asia y el norte de África.

En el pasado tuvo una reputación llena de altibajos: para los italianos era el símbolo del amor y una maceta de albahaca en el alféizar de la ventana era señal de que un pretendiente había sido aceptado; por otra parte, cuando un romano tomaba una ramita de albahaca ofrecida por una mujer su compromiso quedaba sellado. Sin embargo, los antiguos griegos la contemplaron con suspicacia y la denominaron basilisk, al igual que a una mortífera criatura mitológica.

Respecto a su historia culinaria, la albahaca se utilizaba principalmente en la región italiana de Liguria, donde se halla Génova, la cuna del pesto. No muy lejos de allí, en la Provenza francesa se preparaba una salsa de albahaca parecida denominada pistou. Aunque contiene ajo y a veces tomates, no lleva piñones y en lugar de acompañar a los platos de pasta, suele añadirse a las sopas. Hoy día, la albahaca es también un ingrediente de los patés y terrines de hígado elaborados en Francia, ya que sus aceites volátiles contrarrestan el componente graso de estos productos. Y en la cocina mediterránea suele estar presente en los platos de pescado y en las salsas con las que se aderezan.

Tanto la albahaca sagrada como la tailandesa suelen emplearse en la cocina oriental. La alba-haca constituye un popular sabor en las cocinas del sudeste asiático, especialmente en Vietnam, donde se usa en casi todos los platos: sopas, ensaladas, sofritos, guisos, curries y condimentos. Por su parte, en Japón se cultiva un tipo de albahaca denominado shisho verde, que suele añadirse a los sushi y las ensaladas; también se utiliza frita en tempura.

La albahaca es una planta venerada en la India, donde existe la costumbre de plantarla alrededor de los templos y usarla en las ceremonias religiosas (incluso la raíz es tallada para la elaboración de rosarios), de ahí el nombre albahaca sagrada o tulsi. En algunas bodas, los padres entregan a la novia con una hojita de albahaca; además, en invierno suele tomarse en los hogares tulsi ki chach, una infusión elaborada a base de hojas de albahaca sagrada, jengibre rallado y miel.

Sus semillas se vuelven gelatinosas al mezclarlas con agua, lo cual da pie a múltiples aventuras culinarias. Por ejemplo, en Tailandia se emplean en un popular postre lácteo denominado mang nak lam ka-ti. Y en Irán y Afganistán se utilizan en la elaboración de una bebida parecida a un sorbete.

Propiedades curativas

Además del estallido de suculento sabor que invade el paladar al mordisquear sus hojas frescas, la albahaca puede enorgullecerse de otras muchas cualidades. Para empezar, ¡puede ayudarte a mantenerte joven!

En un estudio sobre la albahaca y el envejecimiento llevado a cabo por unos científicos indios, se descubrió que los compuestos de este apreciado ingrediente culinario neutralizaban las peligrosas moléculas denominadas radicales libres. Estas moléculas deambulan por el organismo y crean daño oxidativo (una especie de óxido interno), corroyendo arterias, descomponiendo neuronas y dañando el ADN (un posible detonante del cáncer).

«El estudio da validez al uso tradicional de la albahaca como sustancia promotora de la juventud en el sistema de medicina ayurvédico», según afirmó el Dr. Vaibhav Shinde en la Conferencia Farmacéutica Británica que tiene lugar anualmente en Londres. (El ayurveda —medicina tradicional de la India— promueve el mantenimiento de la salud y la curación natural; en este sistema la albahaca no solo se utiliza para retrasar el proceso de envejecimiento, sino también como un remedio para la diabetes, los trastornos digestivos, los problemas cutáneos, las infecciones e incluso el tratamiento de picaduras de serpiente).

Si bien los investigadores estudiaron la albahaca sagrada, una variedad nativa de la India, las más de 30 variedades de esta especia contienen los mismos excepcionales y saludables fitonutrientes, incluyendo los antioxidantes orientina y vicenina, así como los aceites volátiles (compuestos concentrados que aportan a la planta su distintivo aroma) eugenol y apigenina. Se ha demostrado que estos y otros compuestos presentes en la albahaca pueden ayudar a prevenir o tratar una amplia gama de enfermedades.

La especia antiestrés Cuando te sientes estresado —por hallarte en medio de un atasco, estar preocupado por la cuenta bancaria o estar recibiendo una bronca de tu jefe— las glándulas suprarrenales generan hormonas del estrés tales como cortisol y adrenalina. A corto plazo, te recargan y te ayudan a manejar la situación; sin embargo, cuando el estrés persiste a largo plazo, estas hormonas debilitan el organismo y te hacen vulnerable frente a enfermedades tan comunes como un refriado o tan graves como una cardiopatía. (De hecho, se ha demostrado que un estado continuado de estrés puede causar o complicar prácticamente todos los problemas de salud).

Pero un equipo de investigadores de la India observó que varios compuestos presentes en el extracto de albahaca ejercían «un efecto antiestrés» en animales de laboratorio estresados. La albahaca normalizó los niveles de cortisol, disminuyó los niveles de azúcar (que se disparan con el estrés), redujo los niveles de creatina kinasa (una enzima que se genera en situaciones de estrés agudo, como durante un infarto) y detuvo la «hipertrofia adrenal» (una señal que indica fatiga de las glándulas suprarrenales). En un estudio semejante, otro equipo de investigadores indios que expuso a los animales a un ruido constante halló que los que habían tomado albahaca presentaban niveles más bajos de cortisol.

Ayuda para los corazones dañados Otro estudio realizado en la India en el que se estudió a animales a los que se había provocado un infarto, descubrió que el extracto de albahaca protegía sus corazones al «mejorar el mecanismo de defensa antioxidante del organismo y disminuir la producción de radicales libres». La albahaca «podría presentar un potencial valor terapéutico para el tratamiento del infarto», concluyeron los investigadores en la revista Molecular and Cellular Biochemistry. Otros estudios de laboratorio muestran que el extracto de albahaca puede reducir los niveles de grasa en sangre, incluyendo el colesterol total, el colesterol LDL y los triglicéridos.

Una fuente inagotable de salud

Además, la albahaca puede ayudar a prevenir o tratar las siguientes enfermedades:

Acné. La albahaca puede acabar con la bacteria causante del acné, según un estudio publicado en la revista International Journal of Cosmetic Science. «Estos hallazgos sugieren la posibilidad de utilizar las variedades de albahaca tailandesa, dulce y sagrada en formulaciones adecuadas para el cuidado de la piel acneica», señalaron los científicos.

Cáncer. Varios estudios de laboratorio efectuados en la India detectaron que la actividad antióxidante de la albahaca tiene «el potencial de bloquear o inhibir» los cánceres de hígado, estómago y pulmón.

Diabetes. El extracto de hojas de albahaca «redujo significativamente los niveles de glucosa en sangre [azúcar en sangre]» en animales de laboratorio con o sin diabetes, según un estudio publicado en la revista Journal of Ethnopharmacology.

Problemas oculares. Un colirio que contenía albahaca y otros compuestos naturales ayudó a aliviar problemas oculares en más de un 90 por ciento respecto a los pacientes tratados con fármacos que no requerían receta médica, según un estudio publicado por la revista Phytotherapy Research. El colirio se empleó para tratar sequedad ocular, conjuntivitis (ojo rosado), dacriocistitis (una infección del párpado inferior) y la convalecencia tras una operación de cataratas.

Alivio del dolor. Al oler albahaca fresca o seca —particularmente la variedad conocida como albahaca dulce— detectarás un ligero perfume a clavo. El origen de este aroma es el eugenol, el compuesto que hace que el aceite de clavo sea un eficaz analgésico natural. El eugenol bloquea las ciclooxi-genasas (COX), unas enzimas causantes del dolor que igualmente son bloqueadas por los fármacos antinflamatorios no esteroideos (A1NE) como la aspirina, el ibuprofeno y el naxopreno.

Lea también: Albahaca: contraindicaciones y efectos secundarios

Curación de heridas. Un grupo de investigadores indios descubrió que el extracto de hojas de albahaca aceleraba la curación de heridas. La albahaca «podría constituir un agente terapéutico bastante económico para la curación de heridas», afirmaron en la revista Indian Journal of Experimental Biology.

Gota. Según un estudio llevado a cabo por unos científicos indios en animales de laboratorio, la albahaca puede disminuir los niveles de ácido úrico, la sustancia responsable del dolor y la inflamación en la gota.

Ulceras. La albahaca sagrada inhibió la formación de úlceras provocadas por el estrés.

Malaria. Un remedio ayurvédico que contenía albahaca sagrada y pimienta negra consiguió mitigar los síntomas de la malaria.