Vitaminas y minerales para la artritis

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La artritis, o los medicamentos recetados para su tratamiento, pueden interferir con la utilización que hace el organismo de los nutrientes y causar deficiencias que provocan problemas de salud, tales como los que experimentó Dorothy W., de 70 años.

Ella se puso distraída y llorosa, “descansaba” casi todo el tiempo y no podía caminar más que unos cuantos pasos a pesar de los medicamentos que tomaba para combatir la artritis. Cuando su médico le ofreció recetarle un antidepresivo, Dorothy prefirió los suplementos alimenticios que le sugirió un experto en nutrición.

El médico se sintió escéptico, pero estuvo de acuerdo en que una pastilla diaria de multivitaminas y minerales, una tableta de vitaminas del complejo B, vitaminas adicionales C y E, y una cápsula de calcio antes de irse a la cama no podían hacer ningún daño.

En pocas semanas, Dorothy comenzó a recuperar su vibrante energía y, con la cooperación del médico, comenzó a dejar poco a poco los medicamentos para la artritis.

Vitaminas para la artritis

Expertos que se orientan hacia la nutrición a menudo aconsejan suplementos individuales tales como las vitaminas antioxidantes A, C y E, además de selenio, para reducir el daño celular que contribuye a la artritis.

Vitamina A De 10.000 a 35.000 unidades internacionales IU (al menos la mitad en forma de betacaroteno), sobre todo si se está tomando cortisona, aspirina u otros medicamentos antiinflamatorios que pueden aumentar el riesgo de infección y retardar la curación de las heridas.

Complejo B Una tableta al día que incluya todas las vitaminas B, además de vitaminas B opcionales, con la supervisión médica si se toman cantidades mayores. La vitamina B-2 en cantidades de 50 a 100 miligramos, o 15 a 600 miligramos de ácido pantoténico, estimulan al organismo a producir cortisona para combatir la artritis.

Los medicamentos que suprimen el sistema inmunitario, y la aspirina y otros salicilatos, pueden crear una deficiencia de ácido fólico, el cual, junto con la vitamina B-12, es necesario para evitar que los nervios se dañen; con orientación profesional, la vitamina B-12 y el ácido fólico sublingual, junto con dosis elevadas de otras vitaminas B, han reducido el dolor y la rigidez articular de algunas personas.

Vitamina C y bioflavonoides De 500 a 5.000 miligramos de vitamina C, además de 100 a 1.000 miligramos de bioflavonoides en dosis diarias divididas.

La inflamación y/o los medicamentos antiinflamatorios agotan los suministros de vitamina C del organismo, la cual es necesaria para la formación de cartílago y para evitar la descomposición capilar que hace posible la inflamación y el dolor de las articulaciones. Los bioflavonoides estimulan la absorción de la vitamina C y fortalecen los capilares.

Minerales para la artritis

Calcio y magnesio Estos minerales tienen propiedades para aliviar el dolor y ayudan a prevenir el desarrollo de la osteoporosis causada por la merma del calcio en el esqueleto, debido al agrandamiento de las articulaciones artríticas.

Se sugiere tomar, en dosis diarias divididas, de 500 miligramos de cada uno, hasta 1.500 miligramos de calcio más 750 miligramos de magnesio, o 2.000 miligramos de magnesio y 1.000 miligramos de calcio. Se debe consultar al médico para que determine la dosis apropiada para cada persona.

Vitamina E De 100 a 1.000 unidades internacionales IU, más 150 a 250 microgramos de selenio, actuarán como eliminadores de los radicales libres que contribuyen a la artritis.

También se cree que la vitamina E ayuda a estimular la producción de cortisona, que tiene propiedades antiinflamatorias y que reduce el dolor, sobre todo cuando se acompaña de aplicaciones superficiales de aceite de vitamina E.