Remedios para el cáncer testicular o de testículos (preventivos)

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Los testículos pertenecen al aparato reproductor masculino. Cada testículo está envuelto por una lámina fibrosa, de color blanquecino, denominada albugínea, en cuya parte externa hay una capa de tejido llamada túnica vaginal.

Los testículos se hallan ubicados en la parte inferior del abdomen, en las denominadas bolsas escrotales, que son unos repliegues de la piel que, en el varón adulto, tienen un color algo más oscuro que el resto del cuerpo.

En el interior de los testículos existen una gran cantidad de pequeños conductos, denominados tubos seminíferos, que se reúnen en la parte posterior y superior de dichos órganos, formando una estructura, el epidídimo, de la cual parte una especie de tubo, el conducto deferente, que desemboca en la uretra.

En las paredes de los mencionados tubos se hallan las células germinales o espermatogonias, cuya misión es la de producir los espermatozoides. Asimismo, las células llamadas de Sartoli, que también se encuentran en el interior de los tubos seminíferos se encargan de suministrar material nutritivo para la formación de los espermatozoides.

Los testículos están expuestos a enfermedades que incluyen el poco frecuente cáncer del testículo o testicular

Éste afecta, mayormente, a los jóvenes, la mayoría entre 19 y 44 años de edad, aunque puede aparecer en niños de hasta 15 años.

En Europa, el cáncer testicular es más común en Dinamarca, Irlanda y Noruega y menos frecuente en Finlandia y España. En el ámbito mundial, las tasas en Japón, la India y Sudamérica son bajas. No se sabe la razón de estas diferencias.

El cáncer testicular podría tener un poderoso componente hereditario. El riesgo de que aparezca en los parientes de primer grado (hermanos, padres e hijos) de los pacientes que sufren este mal es 10 veces mayor.

Otro factor de riesgo es que un testículo no haya descendido, y un 10 por ciento de los pacientes tiene un historial de esa afección.

La exposición a hormonas femeninas en el ambiente, el agua y la leche para lactantes también podrían contribuir a su aparición.

Muchos tipos de cáncer testicular puden curarse en más de 90 por ciento de los casos si son detectado precozmente.

Remedios populares

Remedio para el cáncer testicular o de testículos #1: Consumir 1/2 taza de seta de maitake al día. En el Japon se han efectuado estudios que señalan que esa seta tiene una sustancia, llamada D-fracción, que la capacidad de prevenir el crecimiento del tumor.

Remedio para el cáncer testicular o de testículos #2: Consumir a diario guanábana o su jugo. Esta fruta tropical ha sido la base de varias investigaciones relacionadas con la prevención y la lucha contra el cáncer donde se ha podido observar sus propiedades.

Remedio para el cáncer testicular o de testículos #3: Verter 1 cucharadita de raíz de la planta uña de gato en una taza de agua y hervir por 5 minutos. Dejar refrescar, colar y tomar 2 tazas al día.

Remedio para el cáncer testicular o de testículos #4: Tomar a diario de 3 a 4 tazas de té verde el cual es rico en antioxidante que previene y combate el cáncer en especial el testicular.

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Remedio para el cáncer testicular o de testículos #5: Consumir ajo crudo en las comidas. Numerosas investigaciiones han demostrado que el ajo ayuda en la prevención y reducción del riesgo de cáncer y diferentes carcinógenos, particularmente cáncer de próstata y testicular.

Recomendaciones

Ya que el cáncer testicular puede afectar a jóvenes como a adultos mayores, es necesario que todos estén conscientes de su existencia y sepan cómo detectarlo.

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Debido a que los adolescentes pueden padecerlo, lo que hagan los padres es importante.

Los jóvenes deberían autoexaminarse en forma periódica, de la misma manera en que lo las mujeres que tienen conciencia del cáncer de mamas, quienes examinan sus pecho:

El mejor lugar para examinarse es la ducha. El calor relaja el escroto y permite localizar bulto o alguna anormalidad. Los hombres también pueden pedir ayuda a sus parejas.

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Se debe sostener el escroto en la palma de mano y tomar nota del peso y tamaño de cada testículo. Se debe examinar cada uno de ellos rodándolo entre el pulgar y los otros dedos; presione levemente y palpe buscando bultos, hinchazones o cambios de contextura.

No confunda el testículo con el epidídimo, la estructura con forma de salchicha que se encuentra arriba y detrás de cada testículo.