Remedios con equinácea para gripe, fiebre de heno y más
La equinácea, perteneciente a la familia de compuestas, es una planta herbácea perenne, originaria de América de Norte, que alcanza usualmente 90 cm de altura con hojas lanceoladas y vistosas flores de color púrpura
Los rizomas maduros, ligeramente aromáticos y de sabor dulce, se desentierran a los cuatro años para cortarlos y secarlos con fines medicinales.
La planta florece de mitad del verano al otoño. Las cabezas de las flores pueden medir hasta 10 cm de diámetro de un vistoso púrpura.
Las hojas son de un color verde oscuro, opuestas, enteras, lanceoladas, dentadas y con pequeños pelos a su alrededor. Las hojas superiores son más estrechas y están unidas al tallo. Las hojas inferiores son más grandes, emergen directamente del tallo y pueden llegar a tener hasta 20 cm de longitud.
La propagación se realiza mediante la siembra de las semillas a inicios de la primavera, o mediante división de raíces, durante el invierno.
Es una planta que prefiere, para un buen desarrollo, suelos ligeros, profundos, ricos en materia orgánica y arenosos. Esto evita el encharcamiento y la pudrición de las raíces. Es resistente a las heladas, pero sensible a las épocas de sequía..
A pesar que existen diferentes especies de equinácea, en la actualidad sólo tres son usados con fines medicinales: E. angustifolia, E. Paluda y E. purpurea, siendo esta última la más popular en Europa.
Propiedades curativas de la equinácea
Los nativos americanos fueron los primeros en usar esta planta de forma curativa. Éstos la aplicaban para el tratamiento de heridas, picaduras de insectos y hasta para la mordedura de serpiente.
En forma interna, los nativos confeccionaban infusiones de equinácea para el dolor de estómago, resfriados, sarampión y gonorrea. Luego, con la colonización, la equinácea fue llevada a Europa e incorporada en la lista de plantas medicinales.
La equinácea contiene glucósidos, polisacáridos y políacetilenos de gran importancia biológica que estimulan la producción de interferón, un elemento importante de la respuesta del organismo a las infecciones virales, como los resfriados y la gripe.
Además posee ácido ascórbico (en las semillas), el ácido salicílico (en las hojas), mucílagos, parafma, alcaloides, pectina, fibra, taninos, lecitina, vitaminas del grupo B y minerales corno el calcio, aluminio, hierro y magnesio, entre otros.
La principal propiedad terapéutica de la equinácea consiste en fortalecer y proteger el sistema inmunitario al activar la formación de leucocitos e impidiendo que la infección vírica o bacteriana se desarrolle constituyendo así un eficaz remedio natural a la hora de prevenir y combatir la gripe, el resfriado, los problemas de garganta, bronquitis y sinusitis.
Igualmente, la equinácea resulta útil para:
- Estimular el apetito al incrementar las secreciones salivares.
- Reducir la inflamación de las lesiones en músculos y tendones.
- Combatir infecciones del aparato urinario, cistitis, de la vagina y del oído.
- Retrasar la aparición de brotes de herpes labial y herpes genital.
- Facilitar la recuperación del organismo después de haber sufrido una operación o una enfermedad.
- Facilitar la cicatrización de heridas, quemaduras, orzuelos, eccemas, acné, llagas o gingivitis.
Además, de ser un verdadero antibiótico natural, la equinácea se considera una planta adaptógena; es decir, que ayuda al cuerpo a recuperar el equilibrio y la salud de forma inteligente (a planta «sabe» dónde acudir en cada caso).
Remedios populares
Remedio con equinácea para facilitar la cicatrización y evitar procesos infecciosos Verter dos cucharadas de raíces de equinácea en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Empapar un paño de algodón con esta infusión y aplicar sobre la piel
Remedio con equinácea para el resfriado Verter 1/2 cucharada de equinácea en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Agregar 1 cucharadita de propóleo. Beber 1 taza diaria hasta superar el resfriado
Remedio con equinácea para la gripe Agregar 1/2 cucharadita de tintura de equinácea en un vaso de jugo de naranja. Tomar tres veces diarias hasta superar el resfriado. Para elaborar la tintura en casa se realiza lo siguiente: Mezclar 120 g de equinácea fresca finamente cortada o seca en polvo con 500 ml de coñac, ginebra o vodka en un frasco de vidrio. El alcohol debe estar en una proporción del 50% con agua y debe cubrir todas las partes de la planta. Poner la mezcla lejos de la luz durante dos semanas y agitar varias veces al día. Filtrar y almacenar en una botella de cristal oscuro herméticamente tapada. Puede durar esta preparación hasta 6 meses.
Remedio con equinácea para la fiebre del heno Verter 1 cucharadita de tintura de equinácea en un vaso de agua. Beber un vaso a diario por 1 semana.
Remedio con equinácea para la epididimitis: Verter en una taza de agua que esté hirviendo 1 cuchrada de equinácea. Cubrir y dejar refrescar. Filtrar y beber una taza diaria durante 2 meses. Este remedio ayuda a fortalecer el sistema inmunológico especialmente si la epididimitis fue debido a factores infecciosos.
Remedio con equinácea para la elefantiasis Mezclar, a partes iguales, raíces de equinácea, flor de caléndula y hojas de amor de hortelano y después extraer 1 cucharada. Verter ésta en una taza de agua que se encuentre hirviendo. Cubrir y dejar que se refresque. Filtrar y beber 2 veces al día. Este remedio ayuda al sistema inmunológico para erradicar elefantiasis. Tomar sólo durante un mes.
Remedio con equinácea para la tricomoniasis: Hervirun puñado de hojas de sello de oro y otra de equinacea, durante 10 minutos, en 2 litros de agua. Efectuar 2 duchas vaginales diarias con esta preparación previamente colada con el fin de combatir la tricomoniasis.
Remedio con equinácea para la infección estafilocócica: Hervir en una taza de agua 1 cucharada de equinácea durante 5 minutos. Dejar en reposo, colar y beber 1 taza al día durante 2 meses. Este remedio tiene propiedades antibióticas y fortalece el sistema inmunitario para combatir la infección estaficócica.
Remedio con equinácea para fortalecer el sistema inmunológico Hervir, durante 3 minutos, 1/2 cucharada de equinácea pulverizada en una taza de agua. Retirar del fuego, tapar y dejar refrescar. Tomar 1 taza en días alternos (Es decir, un día sí y otro no) por seis semanas.
Conoce cómo la equinácea puede beneficiar tu piel y tu cabello
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Precauciones
Evitar su uso en personas con hipersensibilidad a la equinácea o a otras especies de la misma familia botánica (compuestas).
No exceder el tratamiento continuo con equinácea más de 8 semanas
Evitar la asociación de equinécea con ciclosporina o con corticoides, porque en ambos casos la equinácea puede inhibir parcialmente el efecto inmunosupresor. También evitar la asociación con amiodarona, metotrexato, ketoconazol o esteroideos anabolizantes, por la posibilidad de que la equinácea pueda potenciar el daño hepático producido por estos fármacos.
No usar durante el embarazo y la lactancia o en niños pequeños debido a laausencia de datos que avalen su seguridad
Evitar su uso en caso de sufrir de síndrome de inmunodeficiencia adquirida o SIDA, ya que, a pesar de su potente y positivo efecto sobre el sistema inmunitario, los pacientes seropositivos o afectados por el SIDA no se benefician de las propiedades de esta planta. Parece ser que ésta potencia una sustancia que estimula la duplicación del VIH. Mientras no hayan pruebas fehacientes que lo contradiga resulta mejor evitar usar esta planta en este caso.
Usar con precaución en personas con diabetes, ya que la equinácea pueda producir en ellos una hipoglucemia. Conoce más contraindicaciones de la equinácea y sus efectos secundarios
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